Resumen: Para lograr una buena presentación y ser memorable, entendiendo las buenas y malas prácticas podremos enfocarnos en evitar lo que no sirve y seguir copiando lo que sirve.
Lectura: 4 minutos, 12 segundos.
Digamos que tienes una presentación muy importante que hacer. Te sabes el material. Conoces a tu audiencia. Pero no estás totalmente confiado sobre cómo lograr el impacto que quieres.
Aquí hay 6 cosas que DEBES HACER y luego 6 cosas que NO DEBES HACER, para hacer de esa presentación, la mejor en tu historia.
HACER
-
Enfocarse en el problema
La razón que te mueve para hacer lo que haces debe quedar clara para tu audiencia, esto provoca cercanía y emociona. Recuerda “Por qué” haces las cosas. A la gente generalmente no le importa el “Qué”, sino que le importa más el “Por qué”.
Enfócate en el problema que estás resolviendo y por qué lo haces; ese es tu “por qué”.
-
Hacer una petición
Cuando le pidas al público algo; ya sea financiamiento o acción, dales los detalles también; indica una cifra o diles qué deben hacer. Dilo con confianza, pero que sea preciso.
Por ejemplo: “Necesitamos 3,5 millones para la siguiente fase del proyecto” o “Para que esto funcione, necesitamos que todos quienes nos acompañan hoy, cuando lleguen a su casa hagan X.”
No demuestres inseguridad dando rangos o dando un mensaje ambiguo. Di algo preciso y con confianza, o no lo digas.
-
Practicar
Para el tiempo en que llegues a tu audiencia, deberás haber practica al menos 10 veces, de lleno y de preferencia en frente de una audiencia menor. Debes memorizar toda tu presentación y tus diapositivas deberían ser sólo pistas o apoyo a lo que estás diciendo.
-
Considerar que el tamaño importa
Si crees que es ABSOLUTAMENTE necesario que incluyas texto en tus diapositivas, haz que el texto sea GIGANTE! Una buena regla es que cualquier texto en tu diapositiva debería ser de al menos 50 puntos de tamaño. Cualquier tamaño menor a eso provocará que la gente al final de la sala tenga problemas para leer lo que pusiste.
-
Incluir humor
Si estás pensando en incluir humor de manera planificada, entonces tiene que ser muy bueno. Si resulta mal, esto provocará rechazo y tendrá malos resultados para tu presentación.
Descubre cómo hacerlo bien durante las rondas de práctica antes de la presentación real, para que tu audiencia previa te diga qué funciona y qué no. Si no has logrado insertar el humor dentro de tu presentación durante las rondas de práctica, no lo hagas durante la presentación real.
-
Agregar buenas imágenes
Usa imágenes hermosas, profesionales y relevantes para capturar la atención de tu audiencia en cada diapositiva. Luego, cuenta la historia que se relaciona con la imagen, ya que haciendo esto tu audiencia se concentrará en escuchar los detalles.
NO HACER
-
Leer
NUNCA leas tus diapositivas. NUNCA. De hecho, nunca tendrás que hacerlo si no incluyes texto. Recuerda: una imagen vale más que mil palabras. Apóyate en esa imagen que escogiste.
Quieres que ellos se enfoquen en ti y en la historia que estás contando.
-
Incluir capturas de pantalla
No muestres demos con mala resolución en la pantalla. Las razones son las mismas por las cuales el texto debe ser grande; si no se va a ver bien desde el final de la sala, es probable que tu audiencia se concentre más en intentar descubrir lo que hay en la imagen que en lo que quieres decir.
-
Hablar en mono-tono
Si hablas en mono-tono naturalmente, como Ben Stein lo hace en este video (representando a un profesor), consigue algo de ayuda para mejorar eso. No quieres ser recordado como aburrido. Los presentadores que hablan en mono-tono ponen a la audiencia a dormir, aunque el material sea muy interesante.
Para mejorar en esto, necesitas a alguien que sea lo suficientemente honesto para darte consejos sobre tu tono de voz y velocidad.
-
Mostrar tablas pequeñas
No muestres tablas pequeñas en tus diapositivas. Tu audiencia no será capaz de ver los detalles y es probable que gastes tiempo valuable en decir cosas como “Probablemente no lo puedan ver bien, pero…”, así que NO lo hagas. Si la tabla no es completamente obvia y fácil de entender, no la incluyas.
-
Comenzar con “Bueno…”
No comiences cada diapositiva diciendo “Bueno, ahora vamos a hablar de…”. Sólo dilo, comienza a hablar del siguiente tema. Decir de qué vas a hablar en cada diapositiva es tan malo como leer cada diapositiva. Tu presentación debería ser una historia maravillosa que has memorizado y que puedes entregar a cualquiera cuando sea. Deja de decir “Bueno, hablemos de…” y haz que sea obvio que cada diapositiva será una sorpresa. Incluso, puedes fingir que “no lo viste venir”, y que esa imagen es una sorpresa, aunque sea parte de tu presentación.
-
Inundar con textos
No llenes una diapositiva – o cualquiera en cualquier presentación – con textos. No importa cuán tentador sea poner esa lista de hechos que tu audiencia debe leer, NO lo hagas. Muestra imágenes y cuenta los hechos.
Tu presentación es la torta, pero tu eres la crema. Quieres que tu audiencia te ponga el 100% de su atención, y que no intente encontrar sus lentes para leer ese texto diminuto en tu diapositiva al mismo tiempo.
Haz de tus presentaciones un evento que el público recuerde HACIENDO lo correcto y NO HACIENDO lo incorrecto.
Autor: Kevin Sandlin
Artículo original
Traducido por Cristian Estrada
- 6 años midiendo el uso del tiempo – Lecciones y resultados - 09/01/2023
- Como lidiar con la sensación de “no tener suficiente tiempo” - 22/11/2020
- El mapa de la procrastinación - 01/01/2020