by Cristian Estrada | Hábitos, Herramientas, Lecciones de vida, Verbal
Resumen: Escribir cada día puede impactar de forma importante otras áreas de nuestra comunicación. Desarrollar este hábito te permitirá articular mejor los mensajes y comunicarte mejor.
Lectura: 4 minutos, 51 segundos.
Muchos de nosotros fuimos introducidos a la escritura diaria desde el colegio; con todos esos informes y tareas que presentar, además de materia que escribir o incluso algunos comenzaron con un diario personal, en donde cada día anotaban lo ocurrido en sus vidas.
Aunque a algunos no les gustaba escribir diariamente; ni menos las tareas, resulta que adoptar este hábito puede ser muy provechoso y puede ayudarte a lograr cambios tremendos en tu vida.
Si no lo sabías, escribir diariamente provoca cambios importantes en la manera en que pensamos, hilamos ideas y nos comunicamos. A continuación se listan 8 cosas que sucederán si comienzas a escribir diariamente.
1. Buscarás oportunidades para escribir

Una vez que comiences a escribir cada día, muy pronto se convertirá en parte de lo que eres y lo que haces. Si algún día te sientes forzado a dejar de escribir por alguna razón, te sentirás privado y no dejarás que suceda de nuevo, o al menos no tan seguido.
Además, más pronto que tarde, te encontrarás analizando tu semana para encontrar esos espacios de tiempo para escribir. Dependiendo en cuán duro te “pique el bicho”, buscarás incluso oportunidades para escribir para otros; como planes de trabajo para empresas de amigos o artículos para ONGs.
Lo que sea que mantenga tu sed de escribir satisfecha, será justo.
2. Serás más organizado

A medida que reconozcas tu amor y necesidad por la escritura, te esforzarás más para incluirlo en tu día a día, de manera más organizada. Muchos escritores exitosos – según la definición de éxito que tu escojas – incluyen en su agenda el tiempo para escribir antes que el resto de actividades.
Hacer esto te ayudará a preservar las horas sagradas y minutos de creatividad, pero también te obligará a evaluar más profundamente el resto de tu itinerario.
¿Existe algo más que cortar en la agenda?
Para muchos, la respuesta es “si”, y tu deseo para encontrar más tiempo para escribir te forzará a ser más organizado y eficiente en otras áreas de tu vida.
3. Tu “bloqueo escritor” desaparecerá

Cada escritor ha experimentado ese terrible sentimiento de sentarse a escribir y quedarse mirando el papel/pantalla en blanco mientras espera que las palabras aparezcan. Esta aflicción es lo que se conoce como “bloqueo escritor” y es el resultado del aletargamiento mental y del miedo o ansiedad de cuán bueno (o malo) tu escrito puede quedar.
Si no has escrito mucho, o si no has escrito últimamente, entonces es probable que tus palabras no fluyan desde tu mente de la forma que esperas.
Pero cuando adoptas un hábito diario de escribir y te fuerzas a ti mismo a sacar palabras sin importar cuán incómodas se vean al comienzo, toda esa telaraña sucia comienza a desaparecer rápido. No tomará mucho tiempo para que tus ideas fluyan todo el día y encuentres hasta fácil sacarlas de tu mente, a través de tus manos, al cuerpo del texto.
4. Tu vocabulario mejorará

Ocurre muchas veces que el mismo tema es tratado durante mucho tiempo o espacio en un texto, con lo que leer las mismas palabras resulta aburrido y hasta incómodo. Así que para que no pase esto, querrás mantener tu lenguaje fresco.
Cuando escribes cada día, los tesoros del vocabulario amplio se convierten en tus mejores amigos y muchos de esos sinónimos geniales se quedarán contigo en el futuro; para transformar tus creaciones textuales y conversaciones para siempre.
5. Hablarás con elocuencia

Gracias, en parte, a tu enriquecido vocabulario y a tu constante inmersión en el lenguaje – incluyendo la agotadora edición – tu conocimiento sobre la gramática correcta va a mejorar. Lo que es más incluso, tus esfuerzos para encontrar formas alternativas de decir cosas similares no decaerá cuando te toque cambiar entre una pantalla o papel y una persona real.
El resultado final será que vas a ser capaz de hablar con más confianza y podrás agregarle más color a tu discurso con palabras especialmente escogidas que provocarán un impacto positivo en tus conversaciones.
6. Leerás más

Muchos escritores ya son lectores voraces, pero una vez que tengas el hábito diario de escribir, buscarás leer más que nunca. Libros, artículos, blogs y diarios ofrecen todo tipo de contenidos para escritores; desde vocabulario ampliado hasta nuevas ideas para historias.
Incluso si no te das cuenta de que lo estás haciendo, la escritura diaria te dejará con un libro o Tablet en la mano gran parte del día.
7. Conocerás nuevas personas

Una vez que comiences a escribir más seguido, naturalmente querrás aprender más acerca del arte. Gracias a la ubicuidad de internet, la información que necesitas está a un solo click de distancia. Pero cuando comiences a explorar la amplia gama de recursos disponibles en la web, descubrirás que no sólo se materializó para que pudieras leerla.
Ese cuerpo de conocimiento ha sido producido y curado durante más de 20 años por una comunidad de autores ambiciosos que recorrieron el camino desde novato a experto. Su experiencia colectiva está allí para su lectura, y te encontrarás eventualmente involucrado con varios grupos de redes sociales y listas de correo a medida que definas tus propios intereses de escritura.
Más allá de la web, muchas comunidades han establecido grupos locales de escritura, y es una buena apuesta ingresar a uno de estos grupos – o hasta comenzar uno, si es que no existe en el lugar donde vives.
Incluso si eres introvertido, escribir te ayudará a abrir la concha y salir al exterior.
8. Reconsiderarás tu carrera

Si escribir aún NO es tu trabajo a tiempo completo, teclear en el computador o escribir a mano cada día puede resultar en que reconsideres tu camino profesional. Se estima que más del 80% de Estadounidenses quieren escribir un libro, pero sólo unos cuantos lo logran. Eso significa que ser autor es una ambición secreta para muchos de nosotros y escribir diariamente alimentará esos deseos como nada más puede hacerlo.
Incluso si no quieres dejar tu trabajo, es posible que el hábito de escribir a diario te capture mucho tiempo al frente del teclado. Así que si ya comenzaste a escribir a diario, ¡felicidades!
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by Cristian Estrada | Herramientas, Verbal
Resumen: Cada presentación es una historia que puede entregar un mensaje potente y ser recordada por la audiencia. Aprender sobre lo importante a incluir en el mensaje, podría transformar tu presentación de “normal” a “memorable”.
Lectura: 4 minutos, 2 segundos.
La habilidad para dar una gran presentación no es algo exclusivamente útil para reuniones o presentaciones de negocios. De hecho, la habilidad para expresar una idea de forma clara y divertida puede ser usada en otros aspectos de tu vida personal. Incluso en conversaciones diarias puedes beneficiarte de la habilidad de entregar un buen mensaje!
La próxima vez que te encuentres frente a una audiencia entregando un mensaje, recuerda que:
1. Estás contando una historia

Recuerda que estás contando una historia. Puede resultar extraño pensar en una presentación de negocios o una presentación técnica como una historia, pero la verdad es que cada presentación es una historia. Es tu historia; así que necesitas ser claro al articular el comienzo, cuerpo y final del mensaje completo.
Cada buena historia tiene un protagonista y un antagonista, así que haz que estos personajes sean conocidos. Una vez que traduzcas tu idea en una historia estructurada, la audiencia podrá apreciar y comprender mucho mejor lo que dices. La retención de la audiencia aumentará significantemente si puedes transformar tu presentación en una historia.
Y que te recuerden, es especialmente importante en negocios y ventas.
2. Haz como Steve Jobs

Todos saben que Steve Jobs es el Rey de las excelentes presentaciones, tanto, que su metodología es estudiada y enseñada en varias academias en el mundo. A continuación se listan algunos consejos que aplicar en la siguiente presentación:
- Pinta el cuadro grande antes de entrar en los detalles. Encuentra una forma en que tu audiencia pueda entender la gran idea de fondo antes de entrar a explicar tu producto, idea u opinión. Este paso inicial construye la base para el resto del mensaje.
- Recuerda que estás contando una historia e introduce al antagonista primero, para que lo visualicen.
- Una vez que la audiencia conozca al antagonista, introduce al protagonista; al héroe, que representa tu idea, tu solución. Recuerda que no estás vendiendo un producto, sino los beneficios de eso.
- Si estás usando números para reforzar una idea, pon la cifra en un contexto claro o haz una comparación con algo que la audiencia pueda entender mejor. Las cifras por si solas pierden su poder de impacto cuando no se asocian a algo tangible y cercano a la audiencia.
- Termina con una idea del tipo “Y una cosa más…”. Cuando parezca que ha terminado tu presentación, entrega una frase final de impacto.
3. La audiencia quiere que seas excelente

Si estás hablando a tu familia y amigos o frente a una audiencia donde eres presentador invitado, la gente que está adelante tuyo está interesada en escuchar. Si tu audiencia está interesada en escuchar, entonces quieren presenciar una gran presentación.
Caminar hacia el escenario con la noción de que tu público quiere que tengas éxito es un gran apoyo para mantener la confianza y entregar una excelente experiencia.
4. Si tienes diapositivas, las imágenes triunfan sobre el texto

Nadie quiere mirarte leer información de una diapositiva. Esto significa que necesitas imágenes de alta calidad para apoyar lo que quieres decir. Una imagen acompañada con las palabras correctas es mucho mejor que una diapositiva llena con texto.
Los puntos importantes deben ser mezclados dentro de una historia que cautive a la audiencia. Una historia es mucho más fácil de recordar para tu audiencia y es muy probable que tenga un impacto mucho mayor.
5. Las Citas son poderosas para dejar claro un punto

Incluir citas en tu presentación te ayudará a que el público se lleve algo a casa. Como regla general, es recomendable usar una cita de algún personaje distinguido y reconocido por muchos o bien una persona reconocida en el campo. Esto ayuda a la audiencia a confirmar que lo que dices es lógico y válido, incluso si no tienes evidencia cuantificable.
Esto no significa que puede falsificar información, pero sirve para reasegurarle a la audiencia que estás en lo correcto, especialmente cuando tienes poco tiempo.
Incluir una cita poderosa también otorga profundidad, respaldo e incluso puede inspirar y cautivar al público.
6. Pasea por el scenario, no te congeles

NO te pares en un solo punto a vomitar todo el discurso o presentación de memoria. Si te paseas por el escenario cómodamente, tu audiencia se sentirá más relajada también.
Cuando aprendas a relajarte en el escenario y a pasearte a tu propio ritmo, sentirás cómo la audiencia se relaja más y con esto, se sentirá más cómoda para recibir tu mensaje.
7. El lenguaje de transición es igual de importante que los títulos

Si tu presentación está fragmentada por el uso de palabras de transición poco adecuadas y no eres capaz de pasar de una idea a otra de forma suave, tu audiencia podría perder el interés y perderse de la esencia de tu presentación.
Las transiciones elocuentes para encadenar varias ideas juntas tendrán un efecto potente en el público. Pero para llegar a esto, se requiere práctica y manejo adecuado del lenguaje. Si dejas de lado esta parte, sólo terminarás con una presentación mediocre y una audiencia muy educada pero decepcionada.
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Autor: Spencer Kelly
Artículo original
Traducido por Cristian Estrada
by Cristian Estrada | Emprendimiento, Gráfica, Herramientas, No Verbal, Verbal
Resumen: Existen 2 pilares clave al momento de presentar tu proyecto para obtener el apoyo que necesitas; El Mensaje y La Imagen. Entregar un mensaje que emocione e importe y crear una buena imagen del equipo a cargo, es lo más importante cuando se comunica por primera vez un proyecto de emprendimiento.
Lectura: 3 minutos, 18 segundos.
¿Tienes una idea que crees que puede revolucionar al mundo / las personas / tu país / tu región / tu ciudad / tu universidad / tu institución / tu barrio?
Eso es algo normal, no me sorprende.
Porque estás en el grupo de los soñadores y prácticamente todas las personas tienen sueños de cómo deberían o podrían ser las cosas. Todas las cabezas están llenas de ideas y eso nunca ha aportado valor per se.
Lo que sí aporta valor, es HACER las ideas REALIDAD.
Porque HACIENDO se aprende a cómo hacerlo mejor. Y sólo haciendo podrás descubrir los elementos clave que necesitas para alcanzar el éxito que buscas con tu proyecto.
Lo bueno es que al HACER, ya te separaste del grupo GIGANTESCO de personas que sueñan y luego nada hacen.
Pero a veces, HACER cuesta, porque necesitas el respaldo de un grupo de personas que crean en ti o que te den recursos para hacer realidad tu proyecto. Y dependiendo del contexto, estas personas pueden ser conocidas o desconocidas; aunque por regla general serán más desconocidas que conocidas.
Si es tu primer año emprendiendo, es fundamental que sepas cuáles son los 2 pilares que te dan CREDIBILIDAD como emprendedor; partiendo de la base de que nadie te conoce.
1- El Mensaje

Por cada entidad dispuesta a dar fondos para algún proyecto de emprendimiento, existen al menos 20 proyectos que buscan ser financiados. En este contexto, ser olvidado es muy fácil; por lo tanto tu mensaje debe ser inolvidable.
Para que sea inolvidable tiene que ser claro, preciso y atractivo.
Claro
El mensaje debe ser entendido por tantas personas como sea posible, así que evita las palabras técnicas y complejas tanto como puedas.
Lo que quieres comunicar, ¿lo podría entender un niño de 6 años?
Preciso
Enfócate en transmitir el porqué, el cómo y el para qué. Y también muy importante es dar a conocer quiénes están detrás del proyecto.
Si tienes claridad de tu proyecto, resumirlo no debería costar mucho. Generalmente el tiempo de presentación es de 3 minutos a 5 minutos. Si puedes explicar tu proyecto en ese tiempo, ya has dado un gran paso.
Atractivo
Debes lograr que a tu audiencia le importe tu proyecto. Para lograr esto, hay que apelar a la emoción, porque si no emociona, a nadie le importa.
Si quieres el apoyo de esas personas, HAZ que les IMPORTE!
2- La Imagen

Recuerda que NADIE te conoce ni a ti ni a tu equipo; e incluso si es que alguien los conoce, imagina que eres un absoluto desconocido y que debes lograr que te recuerden.
Existe un estudio de psicología (Ambady y Rosenthal, 1992) que demostró que una persona en promedio construye un prejuicio de alguien en los primeros 15 segundos, por lo tanto es clave aprovechar este tiempo de la forma correcta para que el público desconocido construya una buena imagen de ti en sus cabezas.
Para esto es importante considerar que lo que entra por sus ojos es algo que importa mucho; en particular tu vestimenta y tu presentación (si es que es el caso).
Vestimenta
Dependiendo del contexto y la audiencia, tu vestimenta entregará un mensaje por si misma que irá en complemento de lo que estás comunicando verbal y no verbalmente.
Por ahí dicen “Viste para la ocasión” y creo que están en lo correcto. Porque antes de que alguien te escuche hablar o si quiera te conozca personalmente, verán cómo estás vestido y cómo te comportas.
Presentación
Debe ser minimalista y contener sólo la información necesaria.
Recuerda que quieres que ellos se enfoquen en ti y en tu mensaje, antes de lo que pueda salir en tu presentación (de otro modo, podría ser enviado por correo); recuerda que esto es sólo el comienzo y no debes abrumarlos con información.
Haz que tu presentación se convierta en un tiempo que tu público disfrute; apóyate con imágenes claras y texto que sea legible desde muy lejos cuando de verdad sea necesario poner texto. (En este y este artículo puedes encontrar más información sobre presentaciones)
Eso es todo; por ahora. Emprender no es fácil y por ende, no es para cualquiera. Pero si estás en este juego, tómate un tiempo para aprender a jugar bien.
¡Éxito en ese proyecto!
Autor: Cristian Estrada
by Cristian Estrada | Gráfica, Herramientas, Verbal
Resumen: Para lograr una buena presentación y ser memorable, entendiendo las buenas y malas prácticas podremos enfocarnos en evitar lo que no sirve y seguir copiando lo que sirve.
Lectura: 4 minutos, 12 segundos.
Digamos que tienes una presentación muy importante que hacer. Te sabes el material. Conoces a tu audiencia. Pero no estás totalmente confiado sobre cómo lograr el impacto que quieres.
Aquí hay 6 cosas que DEBES HACER y luego 6 cosas que NO DEBES HACER, para hacer de esa presentación, la mejor en tu historia.
HACER
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Enfocarse en el problema

La razón que te mueve para hacer lo que haces debe quedar clara para tu audiencia, esto provoca cercanía y emociona. Recuerda “Por qué” haces las cosas. A la gente generalmente no le importa el “Qué”, sino que le importa más el “Por qué”.
Enfócate en el problema que estás resolviendo y por qué lo haces; ese es tu “por qué”.
-
Hacer una petición

Cuando le pidas al público algo; ya sea financiamiento o acción, dales los detalles también; indica una cifra o diles qué deben hacer. Dilo con confianza, pero que sea preciso.
Por ejemplo: “Necesitamos 3,5 millones para la siguiente fase del proyecto” o “Para que esto funcione, necesitamos que todos quienes nos acompañan hoy, cuando lleguen a su casa hagan X.”
No demuestres inseguridad dando rangos o dando un mensaje ambiguo. Di algo preciso y con confianza, o no lo digas.
-
Practicar

Para el tiempo en que llegues a tu audiencia, deberás haber practica al menos 10 veces, de lleno y de preferencia en frente de una audiencia menor. Debes memorizar toda tu presentación y tus diapositivas deberían ser sólo pistas o apoyo a lo que estás diciendo.
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Considerar que el tamaño importa

Si crees que es ABSOLUTAMENTE necesario que incluyas texto en tus diapositivas, haz que el texto sea GIGANTE! Una buena regla es que cualquier texto en tu diapositiva debería ser de al menos 50 puntos de tamaño. Cualquier tamaño menor a eso provocará que la gente al final de la sala tenga problemas para leer lo que pusiste.
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Incluir humor

Si estás pensando en incluir humor de manera planificada, entonces tiene que ser muy bueno. Si resulta mal, esto provocará rechazo y tendrá malos resultados para tu presentación.
Descubre cómo hacerlo bien durante las rondas de práctica antes de la presentación real, para que tu audiencia previa te diga qué funciona y qué no. Si no has logrado insertar el humor dentro de tu presentación durante las rondas de práctica, no lo hagas durante la presentación real.
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Agregar buenas imágenes

Usa imágenes hermosas, profesionales y relevantes para capturar la atención de tu audiencia en cada diapositiva. Luego, cuenta la historia que se relaciona con la imagen, ya que haciendo esto tu audiencia se concentrará en escuchar los detalles.
NO HACER
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Leer

NUNCA leas tus diapositivas. NUNCA. De hecho, nunca tendrás que hacerlo si no incluyes texto. Recuerda: una imagen vale más que mil palabras. Apóyate en esa imagen que escogiste.
Quieres que ellos se enfoquen en ti y en la historia que estás contando.
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Incluir capturas de pantalla

No muestres demos con mala resolución en la pantalla. Las razones son las mismas por las cuales el texto debe ser grande; si no se va a ver bien desde el final de la sala, es probable que tu audiencia se concentre más en intentar descubrir lo que hay en la imagen que en lo que quieres decir.
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Hablar en mono-tono

Si hablas en mono-tono naturalmente, como Ben Stein lo hace en este video (representando a un profesor), consigue algo de ayuda para mejorar eso. No quieres ser recordado como aburrido. Los presentadores que hablan en mono-tono ponen a la audiencia a dormir, aunque el material sea muy interesante.
Para mejorar en esto, necesitas a alguien que sea lo suficientemente honesto para darte consejos sobre tu tono de voz y velocidad.
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Mostrar tablas pequeñas

No muestres tablas pequeñas en tus diapositivas. Tu audiencia no será capaz de ver los detalles y es probable que gastes tiempo valuable en decir cosas como “Probablemente no lo puedan ver bien, pero…”, así que NO lo hagas. Si la tabla no es completamente obvia y fácil de entender, no la incluyas.
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Comenzar con “Bueno…”

No comiences cada diapositiva diciendo “Bueno, ahora vamos a hablar de…”. Sólo dilo, comienza a hablar del siguiente tema. Decir de qué vas a hablar en cada diapositiva es tan malo como leer cada diapositiva. Tu presentación debería ser una historia maravillosa que has memorizado y que puedes entregar a cualquiera cuando sea. Deja de decir “Bueno, hablemos de…” y haz que sea obvio que cada diapositiva será una sorpresa. Incluso, puedes fingir que “no lo viste venir”, y que esa imagen es una sorpresa, aunque sea parte de tu presentación.
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Inundar con textos

No llenes una diapositiva – o cualquiera en cualquier presentación – con textos. No importa cuán tentador sea poner esa lista de hechos que tu audiencia debe leer, NO lo hagas. Muestra imágenes y cuenta los hechos.
Tu presentación es la torta, pero tu eres la crema. Quieres que tu audiencia te ponga el 100% de su atención, y que no intente encontrar sus lentes para leer ese texto diminuto en tu diapositiva al mismo tiempo.
Haz de tus presentaciones un evento que el público recuerde HACIENDO lo correcto y NO HACIENDO lo incorrecto.
by Cristian Estrada | Herramientas, Verbal
Resumen: Las muletillas pueden jugar en contra cuando quieras entregar un mensaje y proyectar confianza respecto del tema presentado. Al conocer y hacer consciente el uso de muletillas, luego será muy simple mejorar tu lenguaje para darle valor a tu mensaje.
Lectura: 3 minutos, 36 segundos.
Una de las maneras en que la confianza de una persona es juzgada es su comportamiento, especialmente el comportamiento verbal. Eso es lo que indica Deborah Tannen, profesora de lingüística en la Universidad de Georgetown en Washington D.C.
Tannen ha investigado la influencia del estilo lingüístico en conversaciones y relaciones humanas desde 1974. Ella también ha estudiado cómo la forma en que se nos enseña a hablar en la niñez afecta los juicios de competencia y confianza en el trabajo.
Cómo hablamos, dice ella, determina quién es escuchado, quién se lleva el crédito y qué se hace. Tannen nos da el siguiente ejemplo: un hombre ejecutivo de una compañía de publicidad dijo “Estoy contratando un nuevo administrador. Voy a ponerlo a cargo de la división de marketing.”, como si esa persona fuera dueña de la corporación. En contraste, en otros ámbitos, las mujeres usaron la palabra “nosotros” cuando se referían al trabajo realizado por ellas solas. Una mujer explicó que podría sonar muy auto-referente llevarse el crédito al decir que “Yo hice esto.” Aún así, ella esperaba – algunas veces ilusamente – que otros supieran que era su trabajo y le dieran crédito a ella.
Quizás pienses que tu manera de hablar es natural, pero las palabras que usas y cómo las usas determinan cómo tu confianza es percibida por el resto. Aunque no existe tal cosa como las palabras correctas o equivocadas – ya que los resultados dependen del contexto – algunas palabras comunes que usamos en conversaciones nos ponen en desventaja porque son débiles y nos hacen sonar menos confiados.
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“Em”, “Ah”, “Eh”

Muchas personas dicen “em”, “ah” o “eh” cuando se encuentran temporalmente sin palabras. Pero existe una razón por la cual no eres consciente del uso de estas “muletillas” y es que tu cuerpo acude a ellas naturalmente para rellenar los vacíos en tu mensaje. Lo cierto es que el uso de estas palabras no sólo te hace ser percibido con falta de confianza sino que a veces, hasta como alguien que no sabe de lo que habla.
Si eres culpable de este hábito, primero hazte consciente de las veces en que los usas, para luego hacer pausas y no rellenar con muletillas cuando estés temporalmente sin palabras.
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“Es como…” y “…un poco…”

Al momento de explicar algo es recurrente que se haga alusión a otra cosa para comparar ideas o hacer referencia a un concepto parecido. Es entonces cuando escuchamos cosas como éstas: “La estructura es como…, pero con…” o “Es un poco como la prueba que hicimos en Marzo, pero con más contenido.”
Ante esto hay que tener claro: Es o NO es. Y si intentamos comparar 2 cosas parecidas, no hace falta decir “un poco”.
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“¿Cierto?”, “¿Cachai?”

Generalmente nos podemos encontrar con estas preguntas cuando el emisor intenta reafirmar lo que está diciendo o intenta validar con el público que lo que está diciendo es conocido o entendido por todos.
A veces, cuando el emisor está nervioso o inseguro de que su mensaje está siendo entendido por todos, recurre a esta pregunta, ¿cierto?.
Incluso, algunos lo usan para mantener la atención del público durante una presentación; aunque existan mejores formas para lograr esto.
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“Disculpa”

99% del tiempo se usa cuando no es necesaria. Por ejemplo: “Disculpa, estoy buscando…”, o “Disculpa, me podrías pasar eso?” o “¿Disculpa, tienes hora?”.
Olvídate del “Disculpa” y pide lo que necesitas con confianza. En pedir no hay engaño, no te tienes que disculpar primero.
Si de verdad debes usar esta palabra para pedir perdón, dilo de corazón; es una palabra que debe ser usada con sentimiento.
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Lenguaje soez

“La prueba de mi€rda”, “El jefe hijo de put@”, “La mi€rda que tenemos que hacer…”
Ocasionalmente se pueden usar palabras soeces para darle énfasis a lo que estás diciendo, pero existen otras palabras para lograr este efecto. Generalmente esto denota inseguridad o insolencia, pero más frecuente es su uso por falta de lenguaje para explicar o darle alguna característica a lo que se comunica.
Dependiendo del contexto, para algunas personas esto es grave y es motivo para perder el respeto a la persona que lo usa.
La manera de comunicarse dice mucho sobre una persona. Por lo tanto en contextos profesionales o académicos, es mejor dejar de lado las muletillas para proyectar confianza sobre lo que se dice.
Y para eliminar las muletillas, primero se deben identificar, para luego reemplazar por otras palabras o dejarlas de lado completamente.
“¿Cierto?”
by Cristian Estrada | Gráfica, Herramientas, No Verbal, Verbal
Resumen: Existen factores clave que condicionan el éxito de una presentación. Con estos factores en cuenta, el impacto del mensaje que quieres transmitir de seguro que mejorará y te podría convertir en alguien que el público recuerde.
Lectura: 3 minutos, 10 segundos
1.- 15 segundos – El tiempo para crear una buena primera impresión

Desde el primer segundo que pisas el escenario, tu audiencia se fijará en ti y comenzará a buscar rasgos que confirmen el juicio que han creado en sus mentes. Este fenómeno subconsciente se llama “thin slicing” (Según Nalini Ambady y Robert Rosenthal, en su publicación en 1992) – y todos lo hacemos. Las investigaciones demuestran que los primeros 15 segundos de una presentación son los más importantes, porque el 90% del juicio inicial creado por la audiencia se mantiene igual luego de la presentación.
Por lo tanto, es muy importante hacer todo lo posible por lograr una buena primera impresión, para asegurarte que tu primera impresión juega a tu favor. ¿Cómo? Vístete para la ocasión. Conoce a tu audiencia y no te olvides de sonreir.
2.- 5 minutos – el tiempo de atención promedio

Nuestros períodos de atención han disminuido desde 12 a 5 minutos en los pasados 10 años. Culpa a Twitter, Facebook – culpa a quien quieras, pero la realidad es que hoy no prestamos tanta atención como en el pasado. De hecho, en un período de 24 horas, el trabajador promedio en Estados Unidos, revisa su celular unas 150 veces y está expuesto a más de 34 GB de contenido – ¡el equivalente a 38.7 horas o (1,6 días) de videos HD en youtube! Con toda esta competencia por la atención de tu audiencia, involucrarlos nunca ha sido más importante que HOY.
El archi-enemigo de involucrar a la audiencia es el aburrimiento, así que debes mantener tu presentación interesante. Incorpora apoyo visual, anécdotas breves, algo de humor, ejemplos cualitativos y cuantitativos en tu presentación, y usa tu voz como la herramienta que es; cambiando los tonos de voz y el volumen para enriquecer tu mensaje. Y no olvides: NUNCA apagar las luces!
3.- 10% – Anda al grano! Este tiempo va dedicado a la introducción.

Esta medida es especialmente importante, dado el corto tiempo de atención de tu audiencia. El profesional promedio se desconecta de una presentación a los 60 segundos, así que debes asegurarte de ir al punto rápido. Comienza con algo que impresione – las primeras palabras de tu boca deben interesar a tu audiencia. Luego, una vez que tengas su atención, dales una razón para mantenerse enfocados – diles lo que van a aprender si ponen atención, o muéstrales en breve lo que se viene más adelante en tu presentación.
4.- 12 palabras – la cantidad máxima de palabras por pantalla

Cuando aprendemos, existe un límite de información que podemos absorber de una vez.
Así que juzga tus diapositivas como si fueras un director – tu información proyectada debería funcionar como un cartel comercial.
La audiencia debería ser capaz de entender rápidamente el apoyo visual que pusiste antes de devolverte su atención – así que corta el texto y mejora las imágenes.
Estudios han demostrado que la gente absorbe más información cuando la narración va acompañada de apoyo visual, lo contrario ocurre con el texto. Si tu audiencia está demasiado ocupada leyendo tus diapositivas, entonces ¡no se están concentrando en lo que quieres decir! Recuerda: Eres la estrella del Show y tu apoyo visual son los bailarines en tu escenario.
5.- 100% de tu audiencia agradecerá que termines a tiempo

Las audiencias son egocéntricas. Tu audiencia llega a tu presentación con ideas muy claras sobre cuánto tiempo de su día de trabajo le dedicarán a escucharte. Si violas esas expectativas, corres el riesgo de ser recordado no como un presentador fantástico, sino como un presentador que no podía dejar de hablar. Cuando estás hablando, quieres que el tiempo pase volando – y más importante aún, quieres dejar a tu audiencia con ganas de más.
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