Resumen: Saber cómo redactar discursos es muy importante para lograr un gran impacto en tu audiencia. Aprende de los mejores para sacar lo mejor de ti.
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Si alguna vez has tenido que dar un discurso, a menos que seas un orador exitoso, generalmente es mejor escribir tu discurso de antemano. Estar preparado. Y no simplemente escribirlo plano, aburrido y viejo que cualquier persona podría dar cualquier día de la semana – hazlo impactante, de forma que sea recordado y escuchado de nuevo.

Como ex-escritor de discursos, he estudiado muchos escritores y muchos oradores. Por lejos el major es Abraham Lincoln, y su major discurso es el famoso “Gettysburg Adress” – uno de los mejores discursos, comparable al “Sermón del monte” de Jesus y el Soliloquio de Hamlet.

¿Qué podamos aprender entonces del honesto Abraham, un hombre que no se veía muy bien, pero era quien sabía el arte de la retórica major que cualquiera de los maestros modernos? Aquí se listan 10 cosas que podemos aprender de él:

1. Mantenlo corto

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Cada año, el Congreso es forzado a escuchar al Presidente dar su discurso por más de una hora. El discurso de Lincoln estuvo después de una presentación de Edward Everett que tenía 13.607 palabras. El discurso de Lincoln, en contraste, duró solo 2 minutos y tenía 10 oraciones o 272 palabras. Pero fue mucho más poderoso.
Captura las emociones clave y las ideas que quieres entregar en el menor tiempo posible. Si  puedes entregar un discurso de dos minutos en vez de uno de 30 minutos, tu audiencia en realidad te escuchará y te amará por ser breve y preciso.

2. Abandona las formalidades

El Presidente generalmente en las reuniones importantes, agradece a todos los presentes y le da las gracias a millones de personas. Para el tiempo en que esto termine, has perdido la atención de tu audiencia. Anda directo al grano y tu audiencia prestará atención. Lincoln se saltaba cualquier tipo de introducción y comenzaba con la clave de su discurso.

3. Ten propósito

No te pares en frente de todos simplemente para hacerte sonar bien o hacer ver bien a tu organización. Habla para comunicar un mensaje y para incitar a tu audiencia a actuar. Lincoln hizo esto al replantear el propósito de su Union y resolvió ganar la guerra por los ideales de los padres de los Estados Unidos.

4. Conéctate con el corazón de tu audiencia

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Un discurso no es un argumento lógico, o una lista de logros o hechos o eventos. Lincoln conocía a su audiencia y les hablaba a sus emociones, al mostrarles que los hombres que murieron en el campo de batalla de Gettysburg lo hicieron por ciertos ideales, y pidiéndoles asegurar que esos hombres no murieron en vano.

5. Habla de causas mayores

Aunque no es tan bueno irse al extremo, especialmente si estás hablando a una audiencia pequeña como el curso de tu hijo de segundo básico en el día de su partido de fútbol, es bueno lograr conectar ideas y palabras a causas e ideales más grandes, como Lincoln lo hizo cuando conectó la causa de la Unión a los ideales de libertad e igualdad, concebidos por los padres de la nación.

6. Habla a la audiencia más grande

Cuando das un discurso, idealmente, no es tan sólo para los que están frente tuyo. Lincoln sabía que el discurso en Gettysburg no estaba realmente enfocado en la audiencia en frente de él, sino que a toda la nación (y quizás a la historia). Pero su corto discurso se imprimió a lo largo de la nación y tuvo un efecto en muchas personas. Esto aún pasa hoy – los discursos de Steve Jobs, por ejemplo, no son sólo para la audiencia en la conferencia, sino que para todo el mundo.
Piensa en cómo tu discurso afectará a otras audiencias más grandes y cuál mensaje quieres entregarles.

7. Usa la imaginería

pnl

Lincoln usaba la imaginería para el nacimiento, la vida y la muerte – “concebida”, “desarrollada” y “concluida”. Es importante usar más que palabras comunes, es decir; crear imágenes en la mente de las personas a través de tus palabras. La imaginería, claro está, debería estar relacionada a tu tema principal.

8. Recuerda frases conocidas

Lincoln comenzaba su discurso con una simple línea de un documento más famoso (en ese tiempo), la Declaración de la Independencia (“Todos los hombres son creados iguales”). Esta referencia traía muchas ideas y emociones asociadas con la Declaración de la Independencia y los hombres que la firmaron. Otras frases famosas que podrían ser usadas incluyen la Biblia, Shakespeare, poesía, canciones, libros u otros discursos (según sea el contexto). Las referencias traen mucho más consigo que sólo la frase o cita que usas, sólo en caso de que tu audiencia esté familiarizada con ella.

9. Revisar, revisar, revisar

Lincoln escribió muchas versiones de su discurso antes de definir la versión final. Cada revisión cortaba lo innecesario, desarrollaba la idea central, hacía fluir mejor las palabras y daba mejor uso a la imaginería.

10. Termina con fuerza

Lincoln terminó el discurso de Gettysburg con la línea “…que el gobierno de las personas, por las personas, para las personas, no debe desaparecer de la tierra”. Y esa línea se plasmó en la historia.
Termina con una línea que la gente pueda recordar, que contenga el mensaje que quieres que ellos recuerden, porque además del comienzo, es la línea más importante.

Autor: Leo Babauta
Artículo original
Traducido por Cristian Estrada