Resumen: La memoria a veces nos puede jugar malas pasadas y obligarnos a invertir enormes cantidades de tiempo intentando recordar algo. Afortunadamente, esto se puede evitar con trucos simples y entrenando un poco a nuestra mente.
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¿Olvidaste dónde dejaste las llaves?
¿No recuerdas qué tenías que hacer?
¿Se te perdió ese archivo importante?
Todos hemos pasado por esto!
Pero antes de profundizar en el asunto y pasar a la parte práctica, haremos una pausa para comprender a qué se debe que “olvidemos” cosas.
Según explican algunas fuentes, existen 4 principales razones:
- Falla de acceso: Ocurre cuando no solicitamos cierta información por mucho tiempo, que luego se reconoce como “inútil” por el cerebro y lentamente desaparece.
- Interferencia: Ocurre cuando información nueva es muy parecida a otra antigua, lo que provoca que sea difícil de diferenciar y la más reciente predomine sobre la anterior; resultando en una incapacidad de recordar.
- Fallo al almacenar: Ocurre mediante un proceso automático en el cual nuestro cerebro interpreta información y decide almacenarla en memoria de largo plazo o corto plazo, provocando dificultades si queremos recordar algo que pasó hace 1 mes, que fue almacenado en la memoria de corto plazo.
- Olvido motivado: Ocurre cuando un recuerdo es doloroso o negativo para la persona. El cerebro puede suprimir (olvidar conscientemente) o reprimir (olvidar inconscientemente) un recuerdo; entonces a futuro será inaccesible.
Comprendiendo esto y sumándole a su vez el hecho de que vivimos en un contexto con muchos estímulos simultáneamente (celular, TV, publicidad, otras personas, vehículos, etc.), resulta muy fácil que olvidemos cosas; sobre todo en el corto plazo.
Entonces, es común llegar a un lugar y olvidar por qué estás ahí.
O comenzar a buscar algo que hace minutos tenías en tus manos.
O intentar recordar algo justo en el examen importante del ramo que tienes que pasar.
Tú ya sabes esto.
Pero saberlo no es suficiente. Además de estar conscientes de esto, debemos abordar técnicas o métodos para provocar que suceda cada vez menos.
¿Sabías que existen personas que se especializan para recordar cosas?
Existe incluso una competencia en la que los participantes compiten por recordar la mayor cantidad de cosas. La competencia se llama ”World Memory Championships” y el record actual en la categoría de memorizar dígitos decimales (entre muchas otras categorías) es de 2660 dígitos.
Pero aunque eso suene extremo, tenemos varias técnicas que rescatar del sistema que ellos usan para entrenarse, algunas de las cuales se listan más abajo.
Y en paralelo, es bueno recordar que en complemento de una buena memoria, el orden es un gran aliado. Ya que el orden le permite a tu mente encontrar los caminos más cortos hacia un resultado (es como un disco de PC desfragmentado), por lo tanto en desorden, a tu cerebro le tomará más tiempo encontrar lo que necesita.
Aunque es un tema en el cual se puede profundizar mucho, nos quedaremos en la superficie de la comprensión y a continuación te dejo con algunos consejos muy simples que te pueden ayudar a no olvidar o recordar mejor:
1- Duerme bien
En lo personal, me tomó algunos años valorar la importancia de este proceso; yo era de los que creía que dormir era una pérdida de tiempo y que en vez de eso deberíamos poder seguir aprendiendo o hacer cosas que nos gustan.
Sin embargo, dormir resulta fundamental para consolidar la memoria a través del refuerzo de las conexiones sinápticas.
Así que la próxima vez que tengas que dar un examen o una prueba importante, recuerda dormir bien durante la semana anterior; tu “yo” del futuro te lo agradecerá.
2- Ordena los elementos que usas frecuentemente
Para encontrar las llaves, los clips o los lápices y todo lo que usas con mucha frecuencua más rápido, déjalos siempre en el mismo lugar. Así no tendrás que usar energía en “preguntarle” a tu cerebro “¿donde está?” porque de antemano sabrás dónde están y tendrás la certeza de encontrarlos en ese lugar.
“Cada lugar para una cosa y cada cosa en su lugar”.
3- Asigna colores a elementos parecidos
Si te ha pasado que 2 o 3 llaves son muy parecidas y nunca aciertas con el primer intento de abrir una cerradura, entonces asignarle un color a cada una será la solución. Tu cerebro asignará el color de la llave con una cerradura y recordará siempre qué llave es para qué puerta o candado.
4- Practica la Mnemotecnia
Esta técnica está basada en la asociación mental de la información a memorizar con datos que ya sean parte de nuestra memoria. Por ejemplo, si quieres recordar cada fase del ciclo celular (Profase, Metafase, Anafase y Telofase) un buen ejemplo de este técnica sería recordar la siguiente frase: “Prométeme Ana que te lo vas a comer.” El comienzo del nombre de cada fase queda contenido en una parte del mensaje, haciendo fácil de recordar sus nombres y el orden en biología.
Aquí puedes revisar más técnicas de Mnemotecnia, las cuales pueden variar según más te acomode.
5- Haz listas con lo que tienes pendiente
Es muy común que llevemos mucha información en la cabeza y resulta difícil acordarse de todo al mismo tiempo (porque nuestra memoria de corto plazo es limitada). Así que dale clic al botón de “descargar” en tu cerebro y anota las cosas que tienes que hacer. A medida que las escribas, tu mente se liberará de información, sentirás menos cansancio e incluso podrás agilizar algunos procesos mentales. Con esta lista, identificar las tareas más importantes será mucho más simple y podrás llegar a los resultados que quieres más rápido.
6- Define tus propios métodos de clasificación intuitiva
En el contexto actual casi no podemos pasar un día sin nuestros smartphones o computadores, debido a la información que guardamos en ellos. Y si te ha pasado que no puedes encontrar una fotografía cuando la quieres mostrar a un amigo o no recuerdas donde está el archivo importante de un proyecto, entonces necesitas inventar un sistema de clasificación intuitivo que funcione para ti.
En mi caso, me encuentro constantemente participando en distintos proyectos y por tanto, descargo mucha información que llega a la misma “Bandeja de Descargas”, desde donde la organizo para poder encontrarla cuando la busque en el futuro. De este modo, mi carpeta de “Proyectos personales” se organiza como se ve en la imagen de arriba y cuando tengo que retomar algo, ya sé en donde encontrarlo para seguir trabajando.
“Muéstrame tu bandeja de descargas y te diré cómo trabajas”.
7- Usa recordatorios adhesivos
En Chile se conocen popularmente como “Post-it” (Pero ese es el nombre de una marca y hay muchas marcas más). Poner mensajes para después en lugares importantes te ayudará a recordar tareas que deben ser resueltas pronto. Los colores de cada nota de seguro no pasarán desapercibidos en tu computador o en el refrigerador.
8- Dibuja mentalmente para recordar los nombres de personas
Si te cuesta recordar nombres de personas, apenas conozcas a una persona nueva dibújale su nombre en la frente o imagínala con algo puesto que luego te evoque una imagen mental asociada a su nombre y te sea fácil de recordar.
Esto resulta sumamente positivo si logras conseguirlo, ya que muchas personas admiten abiertamente que son “malas recordando nombres”. Así que encontrar a una persona que recuerde tu nombre cuando se lo has dicho una sola vez, es algo poco común. Tan poco común que generalmente en respuesta, tú los recuerdas más que al resto, por haber recordado tu nombre. (Ellos aprendieron a entrenar su memoria)
9- Usa una agenda
Para recordar reuniones importantes, saber si te puedes comprometer con algo o no y anotar algo importante del día, es muy útil usar una agenda. Ya sea mediante una aplicación en tu celular, tablet o una agenda de papel, es importante que puedas llevarla contigo a todos lados para que puedas anotar y consultar cada vez que sea necesario.
De las veces que respondemos “Tengo que revisar, más rato te confirmo”, no todas las personas revisan y confirman. Usando una agenda puedes evitar esto y no generar falsas expectativas.
10- Usa tus objetos o prendas de vestir como recordatorio
Si tienes una tendencia de usar el reloj en la misma muñeca, o la bufanda que cuelga para el mismo lado, o tu celular en el mismo bolsillo, entonces puedes usar esto como recordatorio cambiándolo de lado. Por ejemplo, yo siempre uso el reloj en la muñeca izquierda y cuando quiero recordar algo y no lo puedo anotar me cambio el reloj de muñeca y pienso “El reloj lo pongo aquí porque necesito hacer esto”, entonces cuando voy caminando, me doy cuenta de que tengo el reloj en un lugar donde no lo uso y recuerdo inmediatamente el motivo: la tarea pendiente.
También funciona agregar algo en tu cuerpo que generalmente no llevas; que puede ser un objeto puesto en un lugar inusual, para que te des cuenta después y te acuerdes del motivo: una tarea pendiente.
Autor: Cristian Estrada
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por que me sentí tan ilustrada con ejemplo de las fotos jajajaja buen articulo chisty !! 😀
Gracias! 🙂
Cada imagen siempre es especialmente escogida.