Resumen: Eres mejor de lo que crees. Invierte algunos minutos para reflexionar sobre las áreas en las que ya eres exitoso en la vida. Darte cuenta de los aspectos positivos en tu vida de seguro que resultará motivador para mejorar otros asuntos personales.
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Todos hemos pasado por ese período en nuestras vidas en donde sentimos, independiente de lo que pase, que nada positivo se viene en nuestras vidas. Es fácil criticarse uno mismo en lo que sea – desde tu competencia en el trabajo a cómo resuelves los asuntos del hogar – y esto a veces produce una neblina muy densa que nos impide ver los éxitos de la vida.

Este tipo de actuar constante y falta de claridad puede hacer que pienses que eres un fracaso, incluso cuando la evidencia de tu vida – personal y profesional – pueda llevarte hacia otras conclusiones. Si estás demasiado ocupado en la vida combatiendo incendios, es casi seguro que no tendrás tiempo de apreciar tus propios éxitos y logros.

Puede que ya seas exitoso y ni si quiera te has dado cuenta. Aquí van algunas pistas si es que lo último es tu caso:

  1. No eres controlado por tus ingresos

Muchas personas sienten que para que las cosas funcionen, necesitan ese cheque o adelanto de pago. Si eres capaz de vivir día tras día sin preocuparte de no tener suficiente dinero para durar hasta el fin de mes, entonces eres prácticamente un éxito en este ámbito! Quizás no puedas costear ese reloj caro, pero si no vives sacando cuentas sobre lo que necesitas para la próxima semana, entonces ya has dado un gran paso sin darte cuenta.

  1. No buscas reconocimiento

Buscar reconocimiento de los seres amados y colegas es algo que generalmente buscamos para validarnos y sentirnos seguros. Si no estás esperando ese golpe de apoyo en la espalda para actuar, entonces eres más exitoso de lo que crees.

Ser capaz de actuar y hacerte cargo de tus actos sin buscar reconocimientos o elogios es una fuerte señal de seguridad mental.

  1. Sufres menos dramas

Mira hacia atrás en tu vida, sólo un año: ¿Encuentras que las cosas están más calmadas en la casa y en el trabajo? Si éste es el caso, entonces puedes decir que tu vida es exitosa – una falta de caos lleva al orden y a la armonía.

  1. Tienes un plan

El éxito es construido sobre una estructura y en base a un plan de largo plazo para llegar donde quieres estar. Si actualmente tienes un marco definido para tu vida y tus metas, entonces ya eres suficientemente exitoso comparado con el resto; ¡a la mayoría le cuesta planificar!

  1. Buscas más

Si buscas obtener más de cada situación entonces ya estás en camino al éxito. La ambición y el deseo de conocimiento indican que un individuo está determinado a conocerse mejor y a mejorarse.

  1. Eres madrugador

Ya conoces el viejo dicho: “El pájaro que llega temprano, se lleva el gusano”. Si quieres convertir tu vida en un éxito, no puedes comenzar cada día en la tarde. Cuando te encuentres saltando desde la cama temprano, listo para comenzar el día, probablemente estarás apuntando a un estilo de vida exitoso y con buena actitud.

  1. Eres socialmente activo

El éxito viene de muchas formas, no simplemente se refleja en tu grado o tu sueldo. Si eres capaz de involucrarte en situaciones distintas con círculos sociales diversos, puedes apuntar a una vida sana y armoniosa – las personas no se quedan alrededor de personalidades tóxicas.

  1. Ofreces respeto mutuo

El éxito generalmente proviene de nuestras experiencias de vida, incluyendo el paso por situaciones difíciles y estresantes. Si entiendes el valor de tratar a otros con respeto, ya estás cultivando un aspecto importante del éxito personal.

  1. Deseas ayudar a otros

De nuevo, tu éxito en este mundo va más allá del costo de tu auto o casa. Si eres capaz de brindar apoyo sólido para que el resto trabaje contigo y actúas como un pilar de fortaleza para tus colegas, el éxito no está lejos.

  1. Eres motivado

Cualquier persona sin motivación y deseo para sobrellevar los momentos difíciles y los obstáculos, luchará para tener el éxito. Si no te importa subirte las mangas y ensuciarte las manos, eres mejor de lo que piensas.

  1. Posees confianza sin arrogancia

La gran diferencia entre una persona exitosa y una persona que se cree exitosa, es su actitud. Si puedes mostrar genuina humildad por otros, mientras inspiras a aquellos que están luchando, entonces ya eres un individuo exitoso.

  1. Has luchado para levantarte

Ya se ha dicho cómo el fracaso puede ser el punto necesario para tener éxito. Y es que necesitas golpear el fondo antes de alcanzar la cumbre. Ser capaz de combatir desde una posición de fracaso a una de éxito – cualquiera sea éste – es una señal de que tienes una voluntad de hierro con la mente para alcanzar el éxito en la vida.

  1. Te esfuerzas por mejorar

Muchas personas caen en la trampa de creer que “lo han logrado”. Cuando buscas constantemente mejorar el rendimiento previo, incluso si fue espectacular, te estás ajustando a ti mismo para el éxito en el largo plazo.

  1. Tienes disciplina

La disciplina sólo llega luego de haber visto y aprendido del propio pasado. Aprender a no cometer errores y tomar la decisión correcta es vital para el éxito de largo plazo.

  1. Predicas paciencia

La paciencia es una virtud que la mayoría de personas exitosas practican en el largo plazo. Sin paciencia, puede ser difícil lograr el tipo de impacto que quisiste inicialmente en cualquier situación profesional o personal.

  1. Puedes decir NO

Ya dijimos que ser capaz de actuar sin buscar reconocimientos o elogios es lo ideal. Pero si además, eres capaz de decir NO, demuestras que no necesitas constantemente satisfacer a todos.

  1. Administras bien tu tiempo

Saber administrar el tiempo es una señal de éxito a largo plazo, y ser capaz de usar el tiempo en cualquier día para ser productivo es indicador de una persona exitosa. ¿Eres capaz de lidiar con muchas tareas en cualquier día? Entonces ya eres exitoso.

  1. Tienes amigos exitosos

El éxito alrededor tuyo es la manera más fácil de inspirarte. Si te rodeas con personas que ya lo están haciendo bien, puede ser mucho más fácil desarrollarte y mejorar de la manera correcta.

  1. No culpas a otros

Has llegado a un punto en tu vida en el que entiendes lo que significa tomar responsabilidad por tus acciones y no apuntar a otros por tus frustraciones y fracasos. Eso se obtiene siendo activo y no pasivo, y darse cuenta del poder interior para transformar nuestra vida. También habla de tu habilidad para entender el contexto en que te encuentras para tomar acciones que eviten avanzar en la dirección incorrecta.

  1. No malgastas tu tiempo

Ya se fueron los días en los que dejabas a otros arrastrarte en actividades que encontrabas aburridas y contraproducentes para tu desarrollo y auto-estima. Tu sentido de orientación personal te permite saber lo que quieres sin la necesidad de la aprobación de otro.

  1. Eres asertivo

Entiendes que decir simplemente SI o NO, es suficiente muchas veces. Y cuando sea pertinente, explicar tus razones de manera clara es esencial para que otros comprendan que eres un individuo con sus propias necesidades. Esto no significa ser inflexible, pero mientras seas comprensivo no deberías dejar que alguien tuerza tu camino.

  1. Te mantienes positivo

Has aprendido de la manera difícil que ser negativo o escéptico para justificar tus derrotas y fracasos no tiene sentido alguno. No sólo te hace sentir incapaz y ansioso, sino que también afecta el resultado final. Al ser positivo y honesto al perseguir tus metas podrás liberar verdaderamente el triunfador que existe en ti.

  1. Te ocupas de tu salud

Dejar las actividades dañinas que te dificultan el trabajo para el mejor futuro que siempre has soñado es un paso poderoso. Ya sea el cigarro, las drogas, comer mucho o no ejercitar, entiendes que dejar todo eso atrás te convertirá en un individuo más fuerte, con más motivación y voluntad.

  1. No buscas una relación para resolver tus problemas personales

Es fácil esconder nuestros fracasos detrás de alguien que nos ama. Pero es un poco inmaduro para ambos en la relación dejar de resolver los asuntos reales que pueden estar dañando la vida del otro. No es buena idea no entregar esa ayuda que le puedes dar al otro para convertirse en mejor persona simplemente porque es más fácil no hacerlo o porque “las cosas están bien”.

  1. Eres maduro

Cuando situaciones graves ocurren en el trabajo, o necesitas ayuda para resolver un problema con alguien, una señal de éxito es la capacidad de poner los problemas personales de lado para el éxito profesional.

Es siempre importante recordarte a ti mismo que el éxito no es algo que pueda ser juzgado materialmente. Si eres capaz de mirar tu estilo de vida y entender que haces cosas de manera madura, social y efectiva, entonces eres mucho más exitoso de lo que cualquier palmada en la espalda te puede hacer sentir.

El éxito viene de la aceptación de tus propias habilidades y talentos, no de lo que alguien que quizás no conozcas te diga.

Autor: Carles Sabarich
Artículo original
Traducido por Cristian Estrada