Resumen: ¿Has pensado en lo que te genera mayor productividad? Reflexionar sobre lo que nos motiva y desmotiva es clave para sacar lo mejor que tenemos.
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¿Quieres aumentar tu productividad de tal manera que puedas hacer más con menos trabajo?
Muy seguido cuando pensamos en productividad, pensamos en trucos para administrar el tiempo, formas de trabajar más rápido y cómo lograr motivación para hacerlo. Es siempre sobre más, más y más. Lo cual funciona en el corto plazo. Esas cosas temporales nos ayudan a trabajar mucho más rápido para hacer más en menos tiempo.
Pero en el largo plazo, podemos quemarnos. Hacemos mucho, muy rápido y nuestros cuerpos no pueden mantener el ritmo. Nuestras mentes trabajan en exceso y eso puede tomar desde 6 meses hasta 2 años para revertirse.
¿Qué pasaría si pudiéramos usar otra ruta para tener la misma – o mejor – productividad, en vez de usar técnicas para mejorar la velocidad más y más?
Creo que la respuesta yace en el núcleo de nuestra motivación, nuestro deseo interno y necesidad de avanzar y la aplicación en la realidad de las cosas más importantes. Y una forma de lograr estos cambios internos de estados mentales que te conduzcan a la productividad real (sin los efectos secundarios de trabajar más rápido), es influenciar tu propio estado psicológico.
Así que en esta nota, compartiré contigo 12 trucos psicológicos que puedan influenciar tu propio modo de pensar para que puedas lograr mejoras en tu productividad.
1. Reconoce que mucho de lo que haces no importa
Si miras a lo que has hecho en las pasadas 40 horas de trabajo, quizás te des cuenta que 30 de esas horas fueron invertidas en cosas que no fueron planificadas, fueron innecesarias o eran poco productivas. Y no se trata solamente de las pasadas 40 horas de tu vida de trabajo es un problema que se desarrolla semana a semana.
Si no crees que este es el caso contigo personalmente, tómate el tiempo de anotar en un diario cada 15 minutos de tus progresos, por las siguientes 40 horas de trabajo. Escribe lo que haces en cada período. Enlista todos los logros al final de esas 40 horas. Seguramente te asombrarás sobre las tareas poco productivas que has estado realizando, incluso si crees que eres un 80% más productivo ahora.
Verás que volverse más productivo no se trata de agregarle más a tu día, sino que se trata de eliminar todo lo que no pertenezca a él. Una vez que eso pase, y tengas reducida tu semana laboral de 40 horas a 10 horas, entonces se volverá más fácil agregar algo extra. Por ejemplo, añadir 10 horas de trabajo realmente productivo a tu agenda luego de reducir tu semana de 40 horas a 10 horas, significa que estás logrando el doble en la mitad del tiempo, con menos estrés, menos riesgo de “quemarte la mente” y otros efectos negativos que surgen al intentar hacer más y más.
2. Haz lo que sabes que necesitas hacer lo más pronto que puedas
Muy seguido invertimos mucha energía mental ordenando las cosas y planificando. Pero si en vez de eso te concentraras en priorizar las cosas que necesitan llevarse a cabo y luego hacerlas lo más pronto posible, te podría asombrar sobre lo que le sucede a tu productividad. Verás que cuando usas energía en preocuparte acerca de algo que no quieres hacer, es en realidad energía que no podrá ser usada siendo creativo o productivo.
Existe una explicación para esto: Las tareas pendientes deberían hacerse luego de tu “TMI” (Tarea más importante) Te darás cuenta que cuando haces lo más importante del día al comienzo, generalmente se convertirá en una tarea cumplida al final del día. La primera cosa que comienzas a hacer en el día, generalmente termina completa.
Así que tu esquema de productividad para el día debería ser así:
- Tu tarea más importante (TMI)
- Tareas que necesitan ser resueltas
- Todo el resto, con un límite de tiempo (Por ejemplo: 2 horas al día en “todo lo demás”)
3. Aplaza tus recompensas
Entrégate una recompensa por hacer algo extraordinario y hazlo inmediatamente luego de que algo extraordinario ocurra. Esto programa a tu cerebro a creer que lo recompensarás por las tareas bien hechas, a tiempo y según prioridad. Cuando haces esto consistentemente, encontrarás que estarás más motivado a completar tu TMI cada día, y de hacer las tareas más necesarias.
Incluso puede que encuentres más fácil simplemente no hacer las tareas menos importantes – y quizás hasta desaparezcan!
4. Asegúrate de tener una consciencia clara
Si tu mente te arrastra a pensamientos negativos, preocupaciones acerca de lo que necesitas hacer, o incluso comienzas a avergonzarte o sentir culpa sobre lo que estás haciendo mal, simplemente no serás tan productivo como quieres. ¡Así que desecha esos pensamientos negativos, arregla las cosas que te lleven hacia pensamientos negativos y lleva claridad a tu mente!
5. Felicítate por lo que has logrado
Tu mente subconscientemente trabajará mejor cuando crea que será mejor valorada. Pero la única forma de entrenar a tu mente para lograr esto, es comenzar a valorarla desde ya. Haz esto por 30 días y te impresionará cuánto más claro puedes pensar, y si puedes pensar con más claridad, tu productividad debería mejorar!
6. Concéntrate en lo que puedes hacer
Esto es una gran clave para la productividad. Simplemente enfócate en lo que eres bueno y haz aquello en lo que eres bueno. Prioriza esas cosas. Encontrarás que las cosas en las que no eres bueno, simplemente no se resolverán ellas mismas, o podrías darte cuenta que cuando has hecho todo aquello en que eres bueno, y sólo queda una pequeña parte del proyecto , la motivación y emoción de “estar muy cerca de completarlo” te conducirá a completarlo más rápido.
Cuando te concentras en aquello en lo que no eres bueno, aunque sea una parte pequeña del proyecto, pero el acto de concentrarte en ella te hace sentir que es una tarea gigante por realizar entonces te desmotivará completar esa tarea.
Cuando completas todo aquello que se te hace fácil, simplemente se vuelve más fácil dejar el resto para el final y finalizar más rápidamente.
7. Concéntrate en cómo ayudar a los que usarán tu producto o servicio
Cuando te enfocas en cómo ayudar a otros a través de lo que haces, esto le da a tu mente una razón de necesidad para terminar ese proyecto rápido. Nuestras mentes no disfrutan trabajando en cosas que no tienen propósito, y si es que lo que estás haciendo está ayudando a alguien más, entonces eso le da propósito a tu proyecto; lo que lleva a tu mente a terminar el trabajo.
(Nótese la cantidad que he escrito aquí que se relaciona con la idea de darle a tu mente el entorno ideal para ser productivo, en vez de enfocarte en tu productividad. Cuando le das a tu mente el contexto ideal para ser productivo, este sólo hecho hará el truco, en vez de tener que concentrarse tanto en la productividad como tal, para ser productivo.)
8. Busca el balance
Esto se devuelve a la idea de que hacer muchas cosas equivocadas limita tu productividad. Cuando, en vez de eso, haces un balance en tu día y buscas hacer las cosas correctas y deshacerte de las 30 horas de trabajo no productivo, te vuelves más productivo con menos esfuerzo.
9. Mantente conectado con personas
Algunas veces cuando trabajas totalmente solo, tu productividad baja, tu creatividad baja y tu efectividad baja. Como humanos, somos sociales, y si dejamos eso de lado te darás cuenta que también será difícil concentrarte. Así que puede que necesites incrementar tu tiempo social durante el trabajo, y encontrar que el resto de tu tiempo se vuelve más productivo.
La otra cara de la moneda en este aspecto, es que si estás invirtiendo mucho tiempo con personas, tu productividad podría disminuir. Así que sé tu mismo juez. Mira alrededor tuyo para entender lo que puede cambiar.
10. Transforma tu entorno
Cuando cambias tu entorno, liberas tu mente para ser más creativa, lo que generalmente nos lleva hacia una mejor productividad. La razón es la siguiente: cuando cambias tu entorno, tu mente se vuelve más curiosa (mirando alrededor las cosas que no están como antes) y cuando liberas a tu mente para ser creativa sobre lo que te rodea, la dejas libre para ser más creativa sobre tu trabajo. Y cuando te vuelves más creativo con lo que haces, es probable que tengas mejores resultados con menos trabajo – y por lo tanto más productividad!
11. Evita la perfección
¿Te ha pasado que llevas un 90% del proyecto listo, te ha tomado 10 horas y el siguiente 10% te toma casi 20 horas? ¿Realmente vale el esfuerzo esto? ¿O podrías afinar los detalles y terminar con el proyecto en una hora más, en vez de 20 horas más?
Tienes que usar tu propio juicio. Ya sea que te dediques a hacer cirugías al corazón o reconstruyas motores, probablemente tienes que lograr el 100%. Pero si estás escribiendo un artículo, un libro, haciendo una clase o haciendo cualquier otra cosa entre las muchas que existen, puede que estés en un 99% listo en ese 90% que tienes desarrollado. Así que haz que ese 91% sea tu mejor resultado y deja la perfección sola en su casa. ¡Te darás cuenta de que tu productividad vuela!
12. Lleva un registro de tu tiempo
Cuando te das cuenta de cómo estás invirtiendo tu tiempo, te darás cuenta del tiempo que pierdes haciendo cosas innecesarias. Una de las maneras más efectivas de ser más productivo es llevar un registro de tu tiempo. Estudia que haces cada 15 minutos, y luego de un tiempo, te darás cuenta que esto te traerá resultados adicionales.
Compila todo lo anterior
¿Cuál es el consejo #1 de esta lista?
¿Qué te podría traer los mejores resultados, más rápido? Haz eso primero.
La siguiente semana practica el siguiente consejo que más te guste. Incorpora 6 de estos consejos en las siguientes 6 semanas y puede que dobles tu productividad, sin esfuerzo extra y posiblemente incluso con una reducción de esfuerzo!
Autor: Sean Mize
Artículo original
Traducido por Cristian Estrada
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